viernes, 30 de noviembre de 2012

El auténtico problema de la banca

Después de varios años de crisis, y a pesar de que se trate siempre de ocultar sus responsabilidades, me parece que la inmensa mayoría de la gente sabe que sus causantes más directos han sido los banqueros. 

Gracias a su enorme poder político fueron imponiendo en los últimos treinta años condiciones muy favorables para su negocio pero que al mismo tiempo generaban los peligros que traían consigo su autodestrucción. 

A lo largo de los años cincuenta, sesenta y setenta se habían acumulado grandes volúmenes de liquidez (por la existencia de dólares "sobrantes" que dejaban de ser tan atractivos como años antes, cuando las demás monedas estaban muy debilitadas; por las enormes ganancias de las multinacionales; o por la gran circulación de petrodólares). 

Tanta liquidez en manos de los bancos les llevaba a proporcionar créditos por todo el mundo, aunque para eso tuvieran que corromper a gobiernos y empresarios para hacerlos deudores aunque no los necesitaran. Y así se larvó lo que luego, cuando subieron los tipos de interés, sería una gigantesca explosión de la deuda. 

Cuando se generalizaron las nuevas tecnologías de la información la situación cambió: entonces ya se podía mover el dinero de un lugar a otro sin apenas dificultad y obteniendo grandes beneficios. Eso llevó a los banqueros a reclamar y a conseguir que se eliminaran cualquier tipo de barrera a los movimientos de capitales y que cambiaran las leyes que hasta entonces vigilaban el destino de los recursos financieros para evitar el peligro que siempre lleva consigo su volatilidad. 

Cuando comenzaron a comprobar que en los nuevos flujos financieros se podía invertir a gran velocidad (hoy día a 250.000 dólares por segundo), la inversión especulativa se incentivó extraordinariamente y los bancos se dedicaron a destinar los recursos de los ahorradores a esos fines, en lugar de aplicarlos a la actividad productiva, mucho menos rentable. 

Con una legislación cada vez más laxa, con autoridades que los banqueros conseguían que miraran siempre a otro lado y con un ansia ilimitada de ganar cada vez más dinero, los bancos creaban continuamente nuevos productos financieros cada vez más sofisticados y rentables (aunque también peligrosos), muchos de ellos envueltos en engaños y fraudes de mil tipos (como las hipotecas basura, las preferentes, los swaps, etc., que terminaron arruinando a millones de personas). 

Y para ampliar continuamente el negocio multiplicaban la deuda, lo que permitía que la especulación financiera se alimentase a sí misma, a costa, claro está, de un apalancamiento financiero elevadísimo de las empresas y de las familias de mayores ingresos. 

Así se fue creando la burbuja que todos conocemos y que descapitalizó prácticamente por completo a la banca internacional, dejándola de facto en situación de máxima insolvencia o de quiebra. 

Aunque casi todo el mundo reconoce que esto es lo que ha sucedido, las interpretaciones del por qué ha podido ocurrir algo así son muy diversas. Los liberales afirman que la culpa es lo de los bancos centrales y de los gobiernos que dejaron hacer. Y la verdad es que no les falta algo de razón, aunque olvidan que los estados y gobiernos no son entes abstractos sino que reflejan el poder dominante en la sociedad y que lo que han hecho en realidad ha sido servir de instrumentos a los banqueros. La mayoría de las personas, por el contrario, piensa que han sido los bancos los auténticos culpables de todo ello, pero lo suelen achacar a la avaricia, a su gran irresponsabilidad y a la impunidad con que han podido cometer auténtico crímenes financieros. También es una explicación razonable pero igualmente limitada. 

En mi opinión, la causa última de todo lo que ha ocurrido está en otro factor al que apenas se hace referencia: el privilegio que tiene la banca privada para crear dinero gracias al llamado sistema de reservas fraccionarias (Vicenç Navarro y yo hemos explicado claramente la naturaleza y las consecuencias de este sistema en nuestro libro Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Espasa, Madrid 2012) 

La gente normal y corriente suele creer que el dinero lo crea el Estado pero eso no es así. Hoy día, los estados, a través de los Bancos centrales, no crean sino más o menos un 5% del total del dinero que circula en la economía. Prácticamente todo el resto lo crean los bancos. Y lo crean de la nada, cada vez que dan un crédito. 

Y puesto que dar créditos a partir de la nada les proporciona beneficio y poder, es lógico que su interés principal y constante sea el de aumentar sin cesar su volumen, haciendo así que crezca indefinidamente la deuda global de las economías. 

Ese privilegio, llevado al extremo en los últimos treinta años y ejercido en un contexto de casi total ausencia de supervisión, con plena libertad de movimientos de capital y con inmenso poder político, es lo que ha llevado a la situación en la que nos encontramos. 

Es verdad que la creación de dinero por los bancos viene de lejos. Pero se producía en mucha menor medida y sin estar vinculada la difusión de productos financieros tan peligrosos como los actuales derivados financieros. Cuando comenzó a darse, allá por el siglo XVII y hasta mucho después, los bancos reservaban más o menos la mitad de los depósitos y prestaban con el resto, lo que les permitía crear dinero en dos veces más cantidad que sus depósitos. Pero en los últimos años los grandes bancos globales como Goldman Sach, JP Morgan, Citigroup o Bank of America han venido manteniendo un coeficiente de reservas del 0,5%, lo que permite crear 200 veces más dinero del que se tiene en depósito. E incluso alguno de ellos ha mantenido en los años de plena burbuja un coeficiente del 0,001%, lo que quiere decir que creaban 1.000 millones de dólares por cada millón en depósito. 

Este sistema de reservas fraccionarias es lo que genera el combustible con el que periódicamente arde el sistema financiero en crisis cíclicas y el que alimenta las burbujas y la destrucción de actividad productiva, el que ha convertido a la economía mundial en un gran casino, donde los productos derivados que crean los bancos a base de deuda tienen ya un valor casi 70 veces mayor que el del PIB mundial. Una barbaridad que amenaza que puede destruir el orden económico y social del planeta. 

Tanto es así, que incluso el propio Fondo Monetario Internacional está dando alas a la difusión de análisis y propuestas alternativas orientadas a poner fin o a limitar este privilegio. La mayoría de ellas tiene ya un largo recorrido en la literatura económica pero han sido convenientemente sepultadas por los economistas del establishment

Una de las más recientes es la que han hecho Jaromir Benes y Michael Kumhof en su texto The Chicago Plan Revisited (IMF Working Paper. Research Departmen. versión pdf en: http://www.imf.org/external/pubs/ft/wp/2012/wp12202.pdf ). En su trabajo retoman las propuestas que se hicieron en los años treinta del pasado siglo para lograr que los bancos actuaran manteniendo un 100% de sus depósitos. Un procedimiento que, en opinión Irving Fisher, permitiría cuatro cosas principales: evitar las quiebras bancarias, tener un mayor control del ciclo del crédito y, por tanto, también del económico general; que la creación de dinero no estuviese vinculada a la generación de deuda privada; y, por último, que los gobiernos se pudiesen financiar a coste cero, lo que disminuiría extraordinariamente el peso de las deuda pública. 

No hay que ser un lince para darse cuenta de que, con estas propuestas y otras similares, tenemos a nuestro alcance acabar con la esclavitud y sinrazón que nos obliga a soportar crisis continuas y cada vez más deuda sin necesidad. 

A muchas personas, e incluso a economistas inteligentes, les asusta ponerlas sobre la mesa porque no se hacen a la idea de que pueda haber una sociedad sin los bancos tal y como hoy los conocemos. Los sorprendente es que no se planteen que mantener mucho tiempo a los bancos actuales implica que desaparezcan empresas, escuelas, universidades, centros de investigación u hospitales. A mí me resulta muy claro qué es lo peor. 

Juan Torres López
Sistema Digital

martes, 27 de noviembre de 2012

Por qué la crisis y recesión española irá a peor, en 10 gráficas

producción mensual de cemento

¿Es creíble el último dato del PIB español? Más aún, ¿es creíble que el próximo año España decaiga sólo el 1,4 por ciento que pronostica el gobierno? En este post daremos cuenta que todo ello no es más que una gran fanfarria guiada por la aún persistente brújula del engaño y ese decrépito optimismo de que el mercado resolverá el problema. En primer lugar esta primera gráfica que representa la producción mensual de cemento desde 1960 hasta octubre de este año, de acuerdo a los datos del Banco de España.

Como vemos, una cosa es la caída del 33 por ciento con respecto a octubre del año pasado (segunda gráfica) y otra la caída encadenada que ha sufrido la producción de cemento desde el fulgor de la burbuja inmobiliaria el año 2007 hasta nuestros días. En rigor, la producción de cemento en España ha retrocedido más de 40 años, igualando la marca de febrero de 1970. Pero no sólo la producción de cemento se ha hundido en el abismo. Toda la economía española hace agua por los cuatro costados. Y como una imagen vale más que mil palabras, vamos a los gráficos extraídos de los generosos datos que nos brinda el Banco de España

Tasa de variación anual en producción de cemento

Esta es la tasa de variación anual de la producción de cemento. En los años de la burbuja se mantuvo a buen ritmo con una tasa promedio del 5 por ciento, insuflando vigor y optimismo a la economía. Pero desde fines de 2007 se ha ido a pique y tras un leve repunte a fines de 2010 la tendencia ha continuado su declive. Parte de este descenso se confirma con la caída en la formación bruta de capital fijo (FBKF), uno de los puntales de la inversión en toda economía que en España llega a niveles del -10 por ciento tras recalar en el -21% en junio de 2009. Desde marzo de 2008 (y exceptuando un breve período a fines de 2010) la FBKF en España no conoce valores positivos, acumulando 54 meses (18 trimestres) de cifras en rojo.

Variación FBKF

Si la FBKF es un indicador de la fuerte caída de la inversión, podemos ver lo que ocurre a continuación con la caída de la demanda y el consumo final. La caída de la demanda manifiesta un serio declive que al tercer trimestre de este año superaba el 4 por ciento. Como la demanda representa un factor importante en el producto interno bruto, muy pronto comenzará a impactar en este dato que aún presenta cifras muy mezquinas dado que no toma en cuenta la contracción del mercado

Variación demanda

La caída en el consumo de -2,46 por ciento a septiembre refuerza la caída de la demanda, dando cuenta que aún hay mucho descenso pendiente por la contracción del mercado que está en pleno proceso. Parte importante de esta contracción es producto de los planes de austeridad implantados por la Troika, y a los que el gobierno ha cedido sin mayor trámite demostrando que la tesis planteada en este post se encuentra en desarrollo: no hacer nada para que todo se decante en su propio proceso, y siga aumentando el desempleo y desplomándose la producción interna como muestran estas gráficas.

Variación consumo final

El punto central es la forzada devaluación competitiva que la Troika y el gobierno buscan imponer para España. Se pretende que el alto desempleo que vive el país, hunda los salarios a la baja, como está ocurriendo en todos los sectores y que esa sea la luz que ilumine este oscuro camino. Esta gráfica presenta la reducción de los salarios promedio que ha sufrido la clase trabajadora y que acumula un 3 por ciento. 

Variación remuneraciones

Si alguien piensa que la salvación puede estar en el sector externo y en la vía de las exportaciones, esta gráfica nos muestra lo difícil que es competir en momentos en que todo el comercio mundial se va a pique y el frenazo que inflige la desaceleración mundial contagia a todos los sectores. Si lo que se busca es aumentar la competitividad por la vía del desempleo y la reducción de los salarios, puede transcurrir mucho tiempo hasta que ese horizonte se haga visible. Y en ese proceso, varias generaciones de trabajadores perderán toda conexión con el trabajo y su dominio laboral. Las exportaciones no son aún la salida de la crisis española. Menos aún cuando la gran maquinaria exportadora que es Alemania comienza a sufrir en carne propia las inclemencias de su propia receta y se aproxima a una recesión.

Variación Exportaciones

Parte medular para comprender esto lo presenta la caída en el sector de la contrucción que a septiembre daba cuenta de un retroceso de -12.58 por ciento en los últimos 12 meses, acumulando 18 trimestres de retroceso y sin ninguna esperanza de revertir esta tendendencia en el corto o el mediano plazo. Como apuntaba hace exactamente un año, la burbuja inmobiliaria está en el corazón de la crisis española por todo lo que implicó el crédito barato y la corruptela de la banca. 

Tasa de variación construcción

Por eso que los datos del PiB no dan cuenta aún de la verdadera gravedad de la crisis y queda mucho camino por delante. Más aún con la insípida mirada de las autoridades y su resolución por rescatar a la banca zombie y fraudulenta que creó todo este lío, en vez de rescatar a la economía real, que es justamente la que genera empleo y aporta al crecimiento. 

PIB trimestral GIPEIFA

Los intentos de rescatar a la banca se han hundido en el más estrepitoso fracaso porque los niveles de apalancamiento del sistema financiero vulneraron todo límite. La banca en las sombras adquirió demasiado poder sobre la economía por los niveles de facilidad y simplismo que dio a la otorgación de crédito.

Ahora que se ha secado la vía del crédito fácil y la banca comienza a palidecer la asfixia de su inacción, se sufre la operación en reversa del crédito por la vía del desapalancamiento financiero que a nivel de la velocidad de los préstamos resume en forma impecable esta gráfica para los últimos 50 años del crédito en España. 

evolución anual del crédito a septiembre 2012

Por eso no debe causar sorpresa que en los próximos meses continúe el aumento de la morosidad, la debilidad del crédito. el desempleo y el estancamiento. Nos enfrentamos al fin de una era financiera y mientras no se haga un sinceramiento de este tema, todo puede ir a peor. 

Marco Antonio Moreno
El Blog Salmón

lunes, 26 de noviembre de 2012

La crisis económica y las nociones dominantes

En un mundo atrapado en las secuelas de una crisis financiera y en medio de otra más, ¿los economistas de la corriente principal han cambiado sus teorías y las políticas que recetan a efectos de ser más certeros en la descripción de la realidad y que sus aportes tengan mayor validez para las autoridades?

En gran medida, la crisis provocada por el colapso de Lehman Brothers en 2007 y la crisis del euro causada por los problemas de endeudamiento de Irlanda y Grecia dieron por tierra con las nociones dominantes de que los mercados financieros son eficientes y que los gobiernos no deberían interferir.

Estas nociones ya deberían haberse cuestionado luego de la crisis financiera asiática de 1997-1999. Pero los gobiernos occidentales y el Fondo Monetario Internacional (FMI) lograron desviar la responsabilidad de los fondos especulativos de los países desarrollados y de la desregulación del crédito de los países receptores, y culparon al capitalismo clientelista y a la mala gestión gubernamental. Ahora, que la crisis está en Estados Unidos y Europa, resulta más obvio que la causa son las propias instituciones financieras y los mercados.

La creencia en la teoría del mercado eficiente que no se equivoca y la política de la liberalización financiera y la desregulación basada en esta teoría, facilitaron la libertad de los mercados que posteriormente condujo a las crisis recientes y actuales.

La semana pasada se celebró en Izmir, Turquía, una conferencia en la que destacados economistas y autoridades debatieron sobre el estado de la economía mundial y de la economía como ciencia. Se discutieron las causas y proyecciones de la crisis económica actual, así como el comportamiento de la economía en la predicción y manejo de la crisis.

La mayoría de los ponentes concluyeron que las crisis fueron causadas por la desregulación, la cual desató la bestia de la especulación financiera por parte de grandes bancos y empresas de inversión. También coincidieron en que los economistas y autoridades todavía no han aprendido la lección. En consecuencia, no se han aplicado las reformas básicas necesarias, a la vez que se siguen implementando políticas erróneas. El mundo está al borde de una nueva crisis financiera y una recesión.

Joseph Stiglitz, premio Nóbel de Economía y ex economista principal del Banco Mundial, hizo una fuerte crítica al modelo económico estándar por no haber logrado resolver la crisis financiera debido a que se basó en supuestos equivocados  y se plantearon preguntas equivocadas.

El modelo ortodoxo tampoco pudo hacer frente a los temas actuales en debate, como el multiplicador del gasto público, la naturaleza del desapalancamiento y la trampa de la liquidez. Luego de la crisis, los economistas ortodoxos y las autoridades de Estados Unidos adoptaron políticas erróneas.

Stiglitz reclamó un nuevo modelo de la economía que formule las preguntas correctas, que pueda anticipar épocas anormales, identificar los orígenes de las conmociones y describir correctamente lo que está ocurriendo.

Como actividad complementaria de la conferencia, el Banco Central de Turquía coorganizó una mesa redonda sobre corrientes de capital.

Los representantes de bancos centrales y los funcionarios de las instituciones financieras internacionales parecieron coincidir en que las corrientes de capital volátiles a corto plazo están teniendo efectos perniciosos en los países en desarrollo, entre ellos inestabilidad financiera, aumento de los precios de los inmuebles, burbujas del mercado accionario, apreciación de la moneda que resta competitividad a las exportaciones y efectos desestabilizadores como resultado de suspensiones repentinas de las entradas de capital.

El gobernador del Banco Central de Turquía, Erdem Basci, se refirió a las nuevas herramientas de política económica utilizadas en su país para desalentar ingresos de capitales a corto plazo no deseados.

El director del Grupo de los 24, Amar Bhattacharya, resumió las inquietudes de los países en desarrollo sobre los efectos de los aumentos de las entradas de capital y subrayó la serie de acciones que estaban adoptando para hacerles frente, en especial políticas macroeconómicas y medidas prudenciales entre las que se cuentan la intervención del mercado y los controles al capital.

Si bien la mayor parte de la discusión sobre los controles al capital se centraron en la regulación de las entradas de capital, yo presenté el exitoso ejemplo de Malasia en el control selectivo de los egresos de capital, que fue acompañado de varias otras medidas.

La posición del FMI, que tradicionalmente defendió el libre flujo de capital y quiso impedir que los países utilizaran controles, resultó interesante. El funcionario de la institución que participó en la mesa redonda en Izmir reconoció los posibles efectos adversos del libre flujo de capital y los posibles beneficios de los controles al mismo.

Esto es un cambio importante con respecto a la antigua visión rígida del FMI. Pero su representante también subrayó que era necesario proceder con cautela en el uso de esas medidas, ya que podrían tener efectos perjudiciales tanto en el propio país como en otros países. Uno de los ejemplos que dio fue la desviación de fondos indeseables a otros países que no tienen medidas reguladoras.

La forma de contrarrestar esto es, en lugar de impedir o desalentar a los países receptores a que adopten medidas defensivas, dirigir la atención o incluso responsabilizar a los “países de origen” que permiten que sus bancos y fondos de inversión muevan sus fondos masivos por el mundo en busca de ganancias rápidas, con efectos devastadores para los países receptores.

En las sesiones sobre cuestiones de interés de los países en desarrollo, He Fan, de la Academia de Ciencias Sociales de China, analizó los desequilibrios actuales de la economía china y las perspectivas de crecimiento futuro, en función de la urbanización y el gasto de los consumidores en servicios, como forma de compensar la caída de las exportaciones.

El economista principal del South Centre, Yilmaz Akyuz, argumentó que los países en desarrollo no han desacoplado aún sus economías de las de los países desarrollados. Con la prolongada desaceleración mundial, tienen que cambiar sus estrategias de desarrollo basadas en las exportaciones.

Michael Lim Mah Hui, Investigador Principal del Socioeconomic and Environmental Research Institute en Penang, Malasia, destacó las medidas adoptadas en Asia tendientes a una cooperación financiera y monetaria regional.

Martin Khor
Fundador de la Red del Tercer Mundo, director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra.

http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2012/11/09/la-crisis-economica-y-las-nociones-dominantes/

sábado, 24 de noviembre de 2012

Son los bancos

Según el economista Juan Torres López, esta crisis es una sucesión de estafas: Hipotecas-basura; agencias de rating que las calificaron como buenas; bancos centrales que no supervisaron; dinero para bancos intoxicados con tales hipotecas; reformas financieras que nada reforman; contrarreformas que empobrecen a los asalariados; deuda de bancos convertida en deuda de todos...
 
En Ecuador, cuatro poderosos bancos envían un correo electrónico a sus clientes afirmando que “la economía del país funciona porque los bancos cuidamos escrupulosamente cada centavo que nuestros clientes nos confían. Pero se arriesga cuando se pretende que los bancos no se manejen con criterio técnico sino político”. “Manejo político” para los bancos es la Ley de Redistribución del Gasto Social, debatida en el parlamento, para regular finanzas ecuatorianas y evitar crisis. El investigador de fraudes bancarios William Black considera “irresponsable” esa carta por su texto insidioso que insinúa riesgos inexistentes porque el gobierno regula las finanzas, como es su deber. Según Black, los banqueros buscan conseguir “caldo de cultivo para sus fraudes financieros”.
 
En España, los banqueros creen que las reformas de la Ley Hipotecaria para luchar contra los desahucios “serían perjudiciales”, porque "dificultarían el acceso a la vivienda, encareciendo la financiación y limitando el crédito". Suena a chantaje para impedir la reforma de una ley hipotecaria injusta y obsoleta. Según Wolfgang Münchau, coeditor del Financial Times, “el boom inmobiliario de España dejó pequeña cualquier burbuja, incluida la burbuja hipotecaria de EEUU”. Y es que el endeudamiento privado de bancos españoles llegó al 235% del PIB.
 
Endeudamiento no resuelto en la eurozona (incluidas Alemania y Francia), cuyos gobiernos mantienen abierto el grifo de ayudas a bancos, camuflando el volumen de tales ayudas. Entre recapitalizaciones, garantías, avales, limpiar activos tóxicos e inyecciones de dinero, el gobierno de España comprometió 337.000 millones de euros en ayudas a bancos hasta septiembre de 2011. Ayudas que en Alemania alcanzan los 620.000 millones. La fantasía gubernamental que pretende justificar la desatada ayuda a la banca es que la economía real se recuperará si los bancos resuelven sus problemas. Pero la economía real se hunde y mejor no hablar de como están los bancos. Eduardo Garzón, de ATTAC, recuerda que los gobiernos pretenden no dejar quebrar bancos para evitar un colapso financiero que perjudicaría a todos. No hay colapso que valga, pero sí vamos hacia una recesión crónica porque, entre otras razones, los gobiernos han dado y continúan dando millonadas a los bancos, en vez de utilizar ese dinero para estimular la economía real. Como se hizo en los años cuarenta del siglo XX. Eso y controlar la banca.
 
Si quebraran bancos, sus pérdidas afectarían a accionistas e inversores que eligieron riesgos financieros (para ganar mucho más), pero no a clientes con cuentas corrientes y depósitos de escaso riesgo y bajo interés, que recuperarían sus ahorros por mandato legal. En España, el cálculo más pesimista indica que las pérdidas de sus bancos suman 300.000 millones. Pero Independent Advisors y otras empresas de asesoramiento financiero consideran que accionistas e inversores arriesgados de bancos españoles (grandes fondos de inversión y empresas) podrían asumir hasta 700.000 millones en pérdidas. Dejar quebrar a bancos con problemas es más barato para la mayoría ciudadana que darles dinero público para tapar agujeros. Además, en todas partes se liquidan bancos a menudo, pero el mundo no se detiene. Lo que ocurre es que los bancos tienen recursos para comprar políticos, periódicos, radios, televisiones, editoriales, productoras de cine y de televisión y mantener así la falsa idea de que perdemos todos cuando ellos pierden.
 
En Europa, la crisis de deuda pública se da en gran medida porque el Banco Central Europeo no financia directamente a estados de la Unión Europea por imposición estatutaria. Si el BCE hubiera comprado deuda de España al 1% (interés de préstamos a bancos privados), la deuda pública española sería solo 14% del PIB. Pero, al financiarse privadamente, era casi 70% del PIB a final de 2011. Parte de la diferencia son los cuantiosos intereses pagados a bancos e inversores privados. Porque la banca privada europea quería para sí el negocio de comprar deuda pública. No permitiría que el BCE comprara deuda directamente a los estados. Y así, el BCE presta dinero a los bancos al 1%, éstos compran deuda pública y los estados pagan 5 o 6 % de intereses. Cuatro o cinco por ciento de beneficio para la banca. Y recortes presupuestarios para la mayoría para pagar la deuda.
 
¿Comprenden por qué los enemigos principales de la ciudadanía son los bancos?
 
- Xavier Caño Tamayo es Periodista y escritor
Alainet

viernes, 23 de noviembre de 2012

La desvergüenza de la banca española

Las declaraciones del portavoz de la banca española (y antiguo subgobernador del Banco de España, por cierto) con motivo de las normas recién aprobadas por el gobierno sobre desahucios muestran que los banqueros españoles están perdiendo ya los niveles mínimos de responsabilidad, decencia y vergüenza.

Jueces y expertos y, por supuesto, las personas y familias afectadas, han puesto de relieve que se trata de una reforma muy tímida y que de ninguna manera va a evitar la inmensa mayoría de los desahucios tan injustos e inhumanos que se vienen produciendo, además de ser muy beneficiosa para la banca: los supuestos que contempla son muy restrictivos y ni siquiera todos los de gran necesidad, no tiene carácter retroactivo, solo se refiere a los expedientes promovidos por la banca, y permite que se sigan acumulando intereses cuando se suspendan temporalmente, lo que evita que los bancos pierdan dinero y que tengan que cargar ahora con viviendas de difícil salida al mercado en estos momentos. Pero, a pesar de ello, los banqueros dicen que es muy negativa, que “pone en riesgo la buena cultura de pago que existe en nuestro mercado hipotecario” porque puede hacer que la gente deje de pagar caprichosamente las hipotecas, e incluso que se puede cerrar el grifo del crédito se si aprueba.

Parece mentira que los españoles tengamos que oír esto de la banca, como si fuésemos estúpidos. Si nuestros bancos y banqueros se jactan de ser los mejores del mundo, ¿qué es lo que explica entonces que aquí tenga que haber condiciones hipotecarias (y en general bancarias) más asimétricas que en los demás países de nuestro entorno? ¿Por qué la banca española no puede operar en las mismas condiciones que la francesa, la alemana, la inglesa o la de Estados Unidos, si en esos países compite en igualdad de condiciones con otros bancos? ¿Qué tipo de razón financiera es la que justifica que aquí haya pervivido una legislación casi decimonónica tan favorable a ellos? ¿Son razones económicas, de eficiencia financiera y de mercado, o sencillamente que los banqueros han tenido aquí más poder que en otros lugares y que se han podido hacer fuertes en sus privilegios, entre otras cosas, porque fueron el soporte principal de la dictadura fascista de Franco?

Si tuvieran vergüenza, los banqueros hablarían claro y dirían que si se oponen a esta reforma es simplemente porque quieren seguir teniendo los privilegios de siempre que les hacen estar entre los bancos con más rentables del mundo sin ser los que mejor financian y tener un poder político y social mucho mayor que en casi todos los demás países.

Y es igualmente desvergonzado que los banqueros aludan, aunque formalmente no utilicen esta expresión, al llamado riesgo moral que en su opinión conlleva la reforma. Es decir, que afirmen que crea un incentivo que puede permitir que los individuos trasladen su responsabilidad hipotecaria a los bancos, convirtiéndose voluntariamente en malos pagadores, como si la gente estuviera deseosa de perder sus viviendas caprichosamente.

Parece mentira que sean los banqueros los que digan eso cuando son precisamente los bancos los que deben el dinero que ha puesto a la economía española a los pies de los caballos por su gestión avariciosa e irresponsable y lo que ha provocado que tengamos que ser rescatados, haciendo que el conjunto de los españoles tengamos que asumir su deuda con los bancos extranjeros. Son los banqueros y no las familias ni los pequeños y medianos empresarios los que se han aprovechado de la información privilegiada que tienen para trasladar sus responsabilidad a los demás, encareciendo artificialmente la financiación, haciéndola más difícil de obtener, y provocando una rémora inmensa a la actividad productiva en nuestro país.

El auténtico y más negativo riesgo moral que puede influir sobre nuestra economía es el que está haciendo que los propietarios y directivos de las entidades financieras que la han hundido, que han volatilizado el dinero de sus clientes en operaciones especulativas muy arriesgadas, que han estafado a miles de clientes y que les hacen pagar comisiones y gastos muy por encima de los habituales en otros países de alrededor, se vayan de rositas y no den cuenta ante la justicia de los daños que han producido.

El mal ejemplo para millones de españoles es comprobar que los banqueros que han cometido delitos son indultados graciosamente cuando son condenados, y que esto último sea algo excepcional porque los fiscales y los jueces raramente actúan contra ellos, como demuestran tanto casos de crisis y quiebras bancarias que se han saldado con costes enormes para los contribuyentes y aire fresco para quienes las han provocado.

Lo que paraliza a la economía y destroza a las empresas que crean riqueza es que los banqueros utilicen su poder para echar por alto la imprescindible financiación de la actividad económica al convertir el negocio bancario en el motor que alimenta las burbujas, la especulación, la evasión fiscal, la fuga de capitales a los paraísos fiscales y los negocios más sucios que existen. O que hoy día estén ganando miles de millones generando más deuda para todos los españoles a base de recoger dinero barato del Banco Central Europeo y de rentabilizarlo comprando los bonos que luego le permiten ofrecer condiciones inmejorables a los grandes poseedores de liquidez, y todo ello racionando la financiación que necesitan urgentemente las empresas.

Y lo que es una barbaridad y nos lleva al desastre no es que se tomen medidas de justicia elemental para proteger a los débiles frente a los poderosos, como dicen los banqueros, sino que éstos utilicen su poder para seguir tratando de imponer un modelo productivo caótico, depredador e insostenible. El portavoz de la banca lo ha dicho claro: “hay que dar más créditos y crear más casas”. Eso es lo que se le ocurre proponer a los banqueros en un país en donde hay casi cinco millones de viviendas vacías, urbanizaciones enteras sin utilizar consumiendo recursos naturales y energía sin cesar, y la experiencia de una burbuja que ha enriquecido a unos pocos pero que ha dejado desolada a nuestra economía llevándose por delante la posibilidad de modernizarla y de situarla en la vanguardia de las naciones. Tienen a miles de empresarios carentes de financiación, reclamando crédito urgente y asequible para crear empleo y riqueza y lo que quieren es destinar el dinero a mover otra vez cemento y a dar pelotazos a base de corrupción y barbaridades urbanísticas. Están locos y esto es la mejor prueba de que hay que combatir la irresponsabilidad y la desastrosa gestión de los recursos que hacen nuestros banqueros.

Si los españoles queremos de verdad salir de esta crisis provocada por la banca no podemos seguir manteniendo el sistema financiero tal y como lo están moldeando el anterior y el actual gobierno con las reformas que han realizado. Hay que acabar con los privilegios y con el poder político y mediático de los bancos si es que no queremos que los banqueros acaben con la democracia. Es imprescindible disponer de una banca pública, bien dirigida y estrictamente controlada, que no pueda financiar sino a las empresas y consumidores que lo necesiten para hacer que crezca la generación de riqueza y no las actividades especulativas. Una banca firmemente asentada en principios éticos (y no, como quería el gobierno en “buenas prácticas” de asunción voluntaria), y en un compromiso radical con el desarrollo económico y social y con el equilibrio medioambiental, lo que significa, sobre todo, que no se puede dedicar, como hacen los bancos actuales, a financiar la corrupción, modelos productivos insostenibles y la creación constante y artificial de deuda.

Juan Torres López.  
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla
Público.es

martes, 13 de noviembre de 2012

Los gobernantes españoles no tienen ningún interés en combatir el fraude fiscal perpetrado por los más ricos

El fraude fiscal es la acción que realiza el contribuyente cuando no paga los impuestos que debería pagar a Hacienda acorde a la legislación vigente. Un fontanero que emite una factura sin IVA está cometiendo fraude fiscal. También lo está cometiendo una gran empresa si declara a Hacienda menos beneficios de los que en realidad obtiene. Y hay muchas otras formas de evadir impuestos. En todos los países se comete fraude fiscal, porque para el Estado es prácticamente imposible controlar todas las esferas de la economía (pensemos lo difícil que es descubrir si un fontanero ha emitido una factura con IVA o sin IVA a un cliente). Pero en algunos países se evaden más impuestos que en otros. Y España, según numerosas y diversas estimaciones, es uno de los países donde más fraude fiscal se comete.

Según la organización Tax Justice Network, España ocupa el décimo lugar en el ranking mundial  de fraude fiscal en cantidad total. En cantidades relativas ocupa el puesto número 93 de 145 países analizados. Según el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda el fraude fiscal español supone aproximadamente un 23% del PIB (1), mientras que la media de la Unión Europea ronda el 13%. Muchas otras estimaciones apuntan cifras parecidas, lo cual deja en un lugar muy preocupante al Estado español. Recordemos que todo el dinero que deja de ingresar el Estado por esta vía es dinero que no puede dedicar a gastos como sanidad, educación, sueldos o  prestaciones sociales, entre otros. Al mismo tiempo ese dinero que deja de ingresar es dinero que tendrá que pedir prestado el Estado en el caso de querer mantener unos gastos concretos (en sanidad, educación, etc), lo que aumentará su deuda. Es decir, cuanto más fraude fiscal exista, menor será la capacidad del Estado para mantener (o aumentar) gasto público y mayor será la necesidad de aumentar la deuda pública.

Alguien podría pensar que en momentos de crisis es incluso sano que el Estado no agobie a los ciudadanos con la recaudación de impuestos, puesto que hay muchas personas pasándolo muy mal y si se les forzara a cumplir con las obligaciones tributarias terminarían por hundirse económicamente. Esto es cierto para muchas familias de renta baja, autónomos y pequeñas empresas que andan con la soga al cuello. Pero no para muchas familias de renta alta, o grandes empresas, que tienen recursos de sobra para cumplir con las obligaciones que la ley establece (y que incluso son más laxas para ellos que en años anteriores). Además, y esto no es ninguna sorpresa, quienes más impuestos evaden son precisamente estas grandes fortunas y grandes empresas. En el siguiente gráfico se comprueba claramente.


Casi las tres cuartas partes del fraude fiscal total corresponden a las grandes fortunas y a las grandes empresas (2). Luego ya tenemos dos motivos para combatir este tipo de fraude: por un lado las grandes fortunas y las grandes empresas son quienes más impuestos dejan de pagar, y por otro lado son precisamente quienes se pueden permitir el pago de los mismos en mejores condiciones. Perseguir el fraude de pequeños empresarios puede ser injusto y además ineficaz, pero no es así con el fraude de los peces gordos.

Sin embargo, y a pesar de lo razonable y lógica que resulta la conclusión a la que hemos llegado, ningún gobierno español ha mostrado interés en controlar y vigilar los impuestos que evaden estos agentes económicos. A pesar de que los sucesivos gobernantes españoles siempre han asegurado públicamente que dedican numerosos esfuerzos a perseguir el fraude fiscal, un simple vistazo a los datos y a los hechos acontecidos en los últimos años nos revelará que tales afirmaciones son rotundamente falsas. Y por la enorme distancia que separa lo enunciado por estos gobernantes de la realidad, estamos en condiciones plenas de afirmar que mienten intencionadamente.

1) Para empezar, ni el Ministerio de Economía y Hacienda ni la Agencia Tributaria tienen una cifra oficial del fraude fiscal español (y mucho menos de quienes lo cometen). Parecería sensato pensar que el gobierno, si quisiera combatir decididamente el fraude fiscal tal y como afirma, debiera empezar por realizar un estudio que cuantificara cuántos impuestos se evaden y quiénes los evaden. Pero desde el año 2004 no se ha realizado ningún estudio oficial de este tipo, lo que demuestra el escaso interés de los sucesivos gobiernos por disminuir el fraude fiscal.

2) Por otro lado, los recursos que han destinado los gobiernos a investigar el fraude fiscal español son notablemente escasos e insuficientes. En España hay un inspector por cada 1.680 contribuyentes, tres veces inferior a la media de los países de la OCDE y cinco veces inferior a Francia y Alemania. Esta escasez de recursos se debe a una cuestión política y no técnica. No tiene sentido argumentar que no hay dinero para contratar a más inspectores, ya que ese gasto inicial se vería sobradamente recompensado con los ingresos que se obtendrían por el hecho de combatir mejor la evasión de impuestos. Es decir, si no se destinan más recursos a la lucha del fraude es porque no hay interés, no porque no sea rentable.

3) No solamente se destinan pocos recursos a combatir el fraude fiscal, sino que cada vez se destinan menos. El presupuesto asignado a la Agencia Estatal de Administración Tributaria se reducirá en 2013 un 7,7% respecto al ejercicio anterior. Resulta muy curioso escuchar a los gobernantes decir que se esforzarán al máximo por combatir el fraude fiscal a la vez que retiran recursos y medios para combatirlo.

4) El 20% de esa reducilla plantilla de Hacienda se dedica a la investigación de fraudes en lo que respecta a las grandes empresas, en las cuales hemos visto que se producen la mayoría de las irregularidades. El resto de la plantilla, la inmensa mayoría (el 80%), investiga a autónomos, pequeñas empresas y trabajadores, que no suponen ni el 30% del fraude total. Una asignación que no parece muy coherente si lo que se busca es combatir el fraude y además combatirlo de la forma menos dañina posible.

5) Por si no bastara con la inacción de la Agencia Tributaria para investigar el fraude de los peces gordos, nos encontramos con que cuando éstos acaban siendo descubiertos, los inspectores les proponen facilidades para salir del paso de la forma menos perjudicial posible. Estas facilidades van desde aplazamientos en el pago que no tuvo lugar hasta la simple condonación total de la sanción que deberían abonar (a menudo multimillonarias). Es decir, cuando el gran defraudador es pescado, se le concede tiempo para que pague lo que no pagó en su día y se le perdona la multa que debería pagar por haberse saltado la ley. Delinquir les sale gratis. Algo que jamás ocurre, por ejemplo, cuando un ciudadano medio es descubierto ocultando información en la declaración de su renta.

6) Y para terminar, el colmo de todos los colmos: la amnistía fiscal. Procedimiento inconstitucional por el cual se invita a los delincuentes fiscales a depositar en las arcas públicas una pequeña parte de lo defraudado a cambio de que el resto sea perdonado y olvidado para siempre. Sobra decir que los beneficiados de esta medida son las grandes empresas y fortunas que utilizan en sus actividades paraísos fiscales así como otras rentas y patrimonios de volumen sobresaliente. Mientras los que han cumplido la ley a rajatabla y pagado sus impuestos religiosamente no reciben ningún trato especial, los que se la saltan son perdonados a cambio de una limosna.

Toda la evidencia posible demuestra que los gobernantes no tienen ningún interés en combatir el fraude fiscal perpetrado por los más ricos. Y no solo eso, sino que además intentan por todos los medios sacarles las castañas del fuego cuando por algún motivo han sido cazados. Esta constatación, unida a la que planteábamos el otro día referente a lo profundamente injusto que es el sistema impositivo español, refuerza la idea de que nuestro régimen político dista mucho de ser una democracia verdadera. En una democracia real, donde el poder reside en el pueblo, no puede ocurrir que los más ricos se salten las leyes impunemente bajo el beneplácito de los gobernantes.

Notas:
(1)   En realidad lo que alcanza el 23% del PIB es la cantidad de economía sumergida. Pero con objeto de simplificar, identificamos fraude fiscal con economía sumergida. Aunque estrictamente son conceptos diferentes, para el propósito del artículo esta comparación es permisible porque no perturba el análisis.
(2) Para la Agencia Tributaria estatal las grandes empresas son aquellas que realizan operaciones por importe superior a 6 millones de euros al año

Eduardo Garzón
Saque de Esquina

domingo, 11 de noviembre de 2012

La nota del fraude

En un histórico fallo de mil quinientas páginas (dos veces más largo que “El Quijote”) emitido en Sydney el lunes 5 de noviembre, la jueza federal australiana Jayne Jagot declaró culpables a la calificadora de riesgo Standard and Poors y al banco ABN-Amro por haber mentido a los inversores.

Los engañados fueron doce municipios de Nueva Gales del Sur que en 2006 compraron al banco papeles de inversión denominados “Rembrandt” a los que Standard and Poors había dado la nota AAA (triple A), reservada para las inversiones “extremadamente sólidas”.

Los papeles que llevaban el prestigioso nombre del pintor holandés y que en la jerga financiera se conocieron como CPDO (sigla en inglés de “obligaciones de deuda de proporción constante”) jamás hubieran sido adquiridos por los concejos municipales sin esta nota, ya que de lo que se trataba era de encontrar una manera segura de colocar el dinero de los fondos de pensión de sus trabajadores.

Pero la solidez no era tal. Los papeles colapsaron con la crisis financiera global y los inversores perdieron el noventa por ciento de los ahorros de sus funcionarios, unos dieciséis millones de dólares.

La suma es ínfima, comparada con el total de las pérdidas trillonarias ocasionadas por la crisis que estalló en setiembre de 2008 con la bancarrota de la banca de inversión Lehman en Wall Street. Pero de todas maneras las acciones de McGraw-Hill, la corporación propietaria de Standard and Poors, cayeron cinco por ciento en un día, ante el temor a que el fallo siente jurisprudencia y desate una cascada de demandas.

Al explicar el sistema financiero, muchos lo comparan con un casino. Cuanto mayor es el riesgo, mayor la ganancia si el jugador acierta. La calificadora de riesgo, en esta metáfora, apenas orienta al inversor en su decisión, explicando las posibilidades de que algo ocurra, pero no es su culpa si el caballo ganador no es el favorito y el apostador pierde su dinero.

En el mundo de las finanzas reales, los garitos de juego son un modelo de honestidad al lado de los comportamientos que la jueza Jagot describe en detalle en su sentencia. El banco ABN-Amro publicó informaciones “falsas” o “negligentemente distorsionantes” sobre el sistema de apuestas subyacente en el CPDO que estaba vendiendo. Este producto fue disfrazado como bueno, utilizando un modelo matemático sesgado y tomando datos sabidamente “exagerados” para que dieran el resultado mínimo que Standard and Poors requeriría para su nota máxima. Luego, en cuatro oportunidades diferentes, Standard and Poors confió en los datos y suposiciones de ABN-Amro sin verificarlos como debería hacer -según la jueza- una agencia calificadora de riesgo “razonablemente competente”. Una sola de estas verificaciones hubiera bastado para que “Rembrandt” perdiera su nota AAA.

La nota máxima de la calificadora no sólo era un requisito para que las autoridades municipales compraran, sino que a juicio de un testigo experto, el CPDO era “grotescamente complicado”, tanto que no podía esperarse de un concejero municipal que entendiera qué apuesta estaba haciendo.

Standard and Poors anuncio que apelará. Amanda Banton, abogada de los inversores, sostuvo que “este fallo ayudará a que las calificadoras de riesgo sean responsables y a que sus notas sean transparentes”.

Aunque lejano de los centros de poder y por montos relativamente pequeños, el juicio australiano es significativo porque apunta al corazón del mecanismo que llevó a la crisis financiera de 2008. En los años previos, la desregulación financiera permitió la creación de “vehículos de inversión” cada vez más complejos y riesgosos, que eran vendidos al público como buenos. En el caso de las hipotecas, por ejemplo, los bancos ansiosos por generar negocios en Estados Unidos concedían créditos hipotecarios a familias de bajos ingresos y empleos inestables. Estas hipotecas de baja calidad eran luego divididas en partes y mezcladas con una pequeña proporción de créditos buenos. El coctel financiero resultante recibía una calificación AAA de alguna de las tres grandes agencias (Standard and Poors, Moody’s o Finch) y era vendido al público como inversión o utilizado como colateral para “apalancar” papeles derivados.

Cuando la burbuja de las hipotecas estalló, los bancos fueron rescatados. El ABN-Amro, por ejemplo, fue comprado en 2007 por el Santander, Royal Bank of Scotland y Fortis, y luego vuelto a comprar por el Estado holandés cuando los dos últimos quebraron en 2009. Pero nadie rescató a los inversores engañados o a los trabajadores que perdieron sus fondos de pensión por haber confiado en las calificadoras de riesgo.

En Estados Unidos, intentos similares de responsabilizar a estas agencias por sus errores han sido frenados con el argumento de que todo lo que hacen las calificadoras es opinar y la opinión, aun equivocada, está amparada por la libertad de expresión. La jueza Jagot, con su fallo histórico, pone las cosas en su lugar: en negocios, la mentira no es opinión sino fraude, y el fraude es un delito.

Roberto Bissio
Red del Tercer Mundo

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Violento atentado contra la familia

El pasado día 7 de octubre, mientras numerosas organizaciones sociales demandaban una vuelta atrás en esta política que atenta contra los derechos humanos más cotidianos de la ciudadanía: enseñanza para los niños, empleo para sus padres, dignidad para discapacitados y ancianos, salud para todos y todas y otras cuestiones que dejan a la familia en absoluta indefensión, algunos cientos de personas salieron a calles adyacentes al grito de “Por el derecho a vivir”. Frente al cromatismo de los cortejos primeros, éstos iban uniformados en potente color rojo por eso de despistarnos un poco más; ya no lo van a conseguir, porque son ellos y su modelo injusto, decadente e insolidario, los que han producido el más violento atentado fratricida que se conozca contra la familia en su totalidad.

El rojo es color que, a este lado del Atlántico, simboliza políticamente izquierda; en EEUU , sin embargo, es el color con el que se marcan los estados afines a su partido republicano, ese que forrado de dólares sacados “a tortazos”, es decir a base de especulación y desorbitada manipulación con todo tipo de negocios desregularizados e incontrolados, ha tintado el mundo de neoliberalismo y poder sobre todo para lo más destacado de su “tea party”, pasando por encima de cadáveres de todas las edades que pertenecen a millones de familias en todo el planeta. Esos cadáveres pueden empezar a amontonarse en España, su España patria, nuestro Estado. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados por el Partido Popular (PP) están en consonancia con ese modelo y dirigidos a eliminar a la población, por tanto a la familia. Por ello y por lo que irá pasando, son cometido de esta llamada de atención como aviso a navegantes, los nuestros, pero también los suyos.

Así que en relación a esas cuentas forzadas y engañosas presentadas al Parlamento y rebatidas en su totalidad por el resto de partidos, damos algunos retazos que evidencia un lanzamiento incontrolado de bombas de racimo contra la familia. Y denunciamos cómo atacan a todos sus componentes; y señalamos a quienes gritan hasta la extenuación “Sí a la Vida” porque no les importa lo más mínimo ninguno de los miembros de esa familia. No les importa la infancia, ni su atención cuando la necesitan; la partida correspondiente a la misma es un monto residual alcanzando el recorte en un año a un 54,3 % , suma del 37,6 % realizado en 2012 y del 16,7 % que refleja este presupuesto para necesidades sociales de 506.429 niños hasta 3 años, según datos el INE. Siguiendo el orden cronológico vemos como estos presupuestos explicitan la desatención a quienes se mueven entre la escuela y la universidad. En la partida para educación aparece un recorte de 12, 3% respecto al año anterior, pero hemos de considerar que el mismo está en un 82 % en relación al 2008. A ello añadimos el encarecimiento de las tasas universitarias y la perversa exigencia del aumento de horas lectivas de los docentes, sumándose esta exigencia absurda a todo lo podado con prácticas que favorecen la enseñanza privada y abandonan la obligación del Estado de mantener una enseñanza pública de calidad. 50.000 profesores más irán a la calle, sumándose a todos aquellos que han ido desapareciendo ya de los centros, para conseguir un ratio alumno-profesor que se retrotrae a mediados del siglo pasado; y para que no quede nada sin destrozar, recortan en más de 10 Mill/€, las cantidades destinadas a becas de comedor; se da el caso de miles de niños que no pueden comer debido a la propia sinergia del empobrecimiento progresivo que esta política de traición procura a sus progenitores. Como simple anotación anecdótica, durante la larga dictadura tras la guerra, las escuelas ofrecían leche a los alumnos para evitar esa desnutrición sobrevenida; esta neo-dictadura no llega ni a eso. Sin salir del entorno educativo, se sustituyen las ayudas de libros por un sistema de préstamos, que dificultan el estudio ya que incluso para prestarlos hay enormes carencias. Como referencia añadida la partida para educación compensatoria, dedicada a alumnos con mayores dificultades, se queda en 53 Mill/€ perdiendo del presupuesto de este año 116,5 Mill/€; por tanto miles de familias, con esta problemática, aumentada por su condición de inmigrante u otras razones que la democracia debería resolver, entrarán en crisis y desasistencia educativa. Las zonas rurales quedarán en más debilidad, ostracismo y soledad; así que volvemos a la España del XIX que tan bien resultó a los burgueses, erigidos a si mismos como únicos poseedores de derechos.

Cuando pasamos al nivel de padres, madres y familiares en edad de trabajar, observamos cómo mientras el paro alcanza ya casi el 26 %, se reducen en un 6,3 % las ayudas por desempleo; millones de personas que están en esta situación, y las que seguirán aumentando la cifra, se verán con insuperables dificultades para mantenerse. Por otra parte, se prevé una decisión política que rematará a muchos, la supresión de los 426 € del subsidio, último recurso para parados de larga duración y semejantes. En muchos ámbitos familiares, puede que añadan a todo ello, un desahucio tramposo que les encadena de por vida a la entidad financiera de turno, incluso practicada por organismos que deben ser públicos y estamos obligados a auditar, como la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) o el Instituto de la Vivienda (IVIMA), ambos vinculados con responsabilidades sociales para consecución de un techo familiar en situaciones más precarias. Así que, mientras se maltrata a la ciudadanía con un bien tan sensible como su hogar, todavía no se ha resuelto algo razonable como la dación en pago, aunque sí ha sido posible un tema complejo como el cambio del Aº 135 de la Constitución vigente, de acuerdo a ello por el pago de una deuda ilegitima, la que alcanza al ámbito privado, que no público, y que está entorno al 80%, se antepone a las necesidades prioritarias de la vida de las personas; así que son las familias las que según esta política destructiva y ambiciosamente economicista están pagándola con un sufrimiento que cada vez se agrava más, porque los intereses de la deuda, también contemplado en estos presupuestos, no tendrán fin y estamos atrapados en una tela de araña que no hemos tejido.

Además estos PGE arremeten con saña contra las acciones paliativas de tipo social para dependientes y discapacitados, violencia de género, rentas mínimas, igualdad de oportunidades, drogodependencias, enmarcados en el ámbito de protección de la Ley de Autonomía Personal o bajo el programa del Plan Concertado de Servicios Sociales Básicos. Todas las partidas económicas quedan extremadamente reducidas y ninguneadas en su dotación . Si hacemos un recorrido desde el 2009 vemos cómo este Plan Concertado es motivo de recortes abusivos denotando la deriva del modelo democrático hacia la primacía del sistema financiarizado; las cantidades dedicadas a ello fueron las siguientes: para 2009 fueron 99,2 Mill./€; para 2010, 97, 2 Mill./€; para 2011, 85,6 Mill./€; para 2012 quedaron en 49, 8 Mill./€ y en el nuevo presupuesto que afecta al 2013, la partida es de tan sólo 30 Mill./€, ¿Como se sujeta el reparto sin abocar a muchos miles de personas a las más pérfidas de las desatenciones, de la soledad, del desamparo en sus necesidades más primarias? ¿Cómo podrán vivir aquéllos dependientes si hay una lista de espera desesperada que no tendrá ninguna solución y la que se le ha venido engañando y engañando?.

El acceso a residencias de los dependientes ya es un sueño irrealizable, salvo para los que tengan suficientes euros en su haber que sean capaces de pagar mes a mes las facturas de las tantas residencias privadas que empresas de toda índole, muchas de ellas propiedad de entidades financieras y grandes corporaciones, han desarrollado como unos de sus más apetecibles negocios cautivos. El resto morirá en su intento de lograr ayuda, antes de que les hayan informado de su plan que tiene un coste primero de 30 € por solicitud. Los cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia verán suprimida la financiación publica de las cotizaciones sociales que les afecta. En definitiva, el presupuesto para la atención a la dependencia que durante el 2012 ascendía a 1.412 Mill./€, en 2013 queda en 1.176 Mill./€, es decir un 16,6% de recorte aunque existe una previsión de 60.000 beneficiarios más, según el IMSERSO. Es de tal calado el expolio que se elimina de un plumazo el servicio de teleasistencia, único modo de contacto al exterior para miles de ancianos y en muchos casos su único modo de solicitud de ayuda ante las emergencias más graves. En el ámbito de los Servicios Sociales Básicos y en relación a la mujer y la igualdad de oportunidades se producirá un recorte de 24,1% mientras se reduce un 21% la cuantía destinada a la Dirección General para la Igualdad de Oportunidades y sin embargo se incluyen dos programas nuevos relacionados con la patronal CEOE, uno para el programa de desarrollo de liderazgo y promoción de mujeres directivas y otro para el fomento del emprendimiento femenino con 250.000 y 300.000 € cada uno. ¿Cuántas mujeres de la familia se verán favorecidas por ellos y cuántos de sus proyectos redundarán en el beneficio social de la familia?

Respecto a la salud, se desprende de estos PGE que no es un objetivo prioritario de este gobierno entregado a la Troika; la partida que le corresponde evidencia el recorte más severo con casi el 23 %. Desaparecen más de veintitrés niveles de empleados sanitarios; sin razón ni inteligencia, se aumentan los horarios del ámbito medico y de enfermería en un manejo sin sentido que somete a los trabajadores a un estrés perjudicial e insalubre para ellos y sus pacientes , dándose casos tan irracionales como los de eliminar los días de descanso tras las guardias de fin de semana y semejantes. Es evidente que no quieren que nos curemos ni que estemos sanos; eligen un modelo de sanidad que logrará que en España haya hospitales de ricos y hospitales de pobre; que las personas afronten sus enfermedades con seguridad de curarlas o que su incapacidad para hacerlo las convierta en candidatas a mejor vida, sobre todo si no tiene trabajo, si son inmigrantes o si son enfermos crónicos. En cualquiera de esas circunstancias lo más probable es que no puedan mantener, a veces ni empezar unos tratamientos que no están al alcance de sus copagos, repagos, requetepagos, y mientras andan guardadas millones de cartillas de racionamiento de copago impresas para control de las compras de los pensionistas en las farmacias; y se deterioran en los almacenes porque el sistema de cobro se hará de otra forma. ¿Quienes van a responder por las facturas de tantas y tantas compras mal hechas, de tantas y tantas compras olvidadas en los sótanos sin que nunca vean la luz? Los mismos miembros de la familia a los que estos presupuestos maquiavélicos están matando por fases. Como puede pasar si una mujer se opera de cáncer de mama, tras lo que recibir quimioterapia correrá de su bolsillo o la nula atención sanitaria para los emigrantes que no están regularizados, saltándose el más mínimo mandato de nuestra democracia en materia de salud y olvidando que el IVA directo también paga la sanidad o la autorización por la Seguridad Social para que se atienda a quien teniendo más de 26 años está desempleado o artilugios como el del nuevo “presidente hereditario y oscuro” de la Comunidad de Madrid que acaba de anunciar la exigencia de pago de 1€ por emisión de receta a los pacientes de esta comunidad. ¿Podemos hacernos idea de en que cueva de ladrones hemos acabado?

!BASTA YA! Este gobierno, se ha adjudicado en virtud de su mayoría electoral, unas atribuciones depredadoras que no tiene ni podemos respetar. Que el PP acapare la mayoría de los puestos del Parlamento con sus 10.830.693 de votos no nos dice ni justifica nada, porque eso no le da ninguna legitimidad para destrozarnos la vida y el futuro a 47.190.493 habitantes del Estado español (datos del INE, 2011), politiqueando por decreto en un país que se define como democrático y en el que el gobierno debe actuar mediante juego parlamentario digno y leal; dos cualidades que ni para sus votantes adquiere, porque ellos serán también pasto de sus manejos.

Estos PGE denotan cómo ni el ente más emblemático de la derecha reaccionaria que nos gobierna, la familia, es objeto de sus desvelos; estos PGE saca con total nitidez a la luz cómo mienten con esa permanente pantomima de amor familiar. No me equivoco sobre ese uso que hace de la misma como fuente de todo tipo de virtudes que su nacionalcatolicismo ensalza por todos los medios, pero sólo para servir de elemento de confrontación o pantalla según qué se pretenda. Así que cuando alguien pregunte como en la película de Pedro Masó: “¿Y la familia?”; la respuesta no puede ser otra que: “Mal gracias , y para peor”. Siento la previsión, pero está en manos de los miles de familias del Estado, de la tuya también, empezar a cambiar este panorama. Debemos recuperar el timón de nuestro futuro; tenemos la obligación de luchar contra la insalubre forma de gobierno de quienes están en el poder, contra la violencia extrema que practican contra los servicios públicos y sociales. Ninguno de ellos son la causa del déficit, sino el objetivo de los tramposos, los poderes financieros y grandes corporaciones orquestadas desde el FMI. Entre tanto, no queremos que los millonarios aparezcan como ilustres benefactores para miles de ciudadanos hambrientos y necesitados con cuantiosas donaciones, sino que tributen en relación con sus ingentes ganancias mediante impuestos a la altura de sus verdaderos beneficios, muchos de ellos fugados a paraderos desconocidos. Eso es lo que exigimos que exista, para que los PGE no sean la pena de muerte de las familias, sino una hoja de ruta capaz de permitir la vida en dignidad de los más de 47 Mill de españoles; no queremos asistencialismo, reclamamos equidad en función precisamente de esa familia y sus necesidades a la que ni la justicia podrá dar cobertura. También quieren convertir la justicia en otro servicio exclusivo de los que pueden costearla, y de verdad que ya empieza a ser realmente cara.

Carmen Esbrí – Coordinadora Observatorio Servicios Públicos ATTAC Madrid

martes, 6 de noviembre de 2012

Los daños de la austeridad

Es uno de los clichés más gastados del cine. El héroe somete a un enemigo y enfoca su atención en otro, sólo para descubrir que el primero sigue vivo y empeñado en su tarea destructora. Hace dos años el mundo rico creía que la recesión mundial había terminado, abatida por una ola de estímulos monetarios y fiscales. Los gobernantes se enfocaron en limpiar la deuda gubernamental que había quedado. En 2011 y 2012 los déficits estructurales en todo el mundo rico se habrán reducido en 0.75% del PIB, ritmo que se acentuará en 2013, según se prevé. Pero el letargo económico no se ha ido; de hecho, la consolidación fiscal parece haberlo profundizado.

Las preocupaciones por la solvencia llevaron del estímulo a la austeridad. A finales de 2009 los mercados comenzaron a perder interés por la deuda griega. Muchos gobiernos temieron que ellos vendrían después. En octubre de 2010 el FMI llamó a apretarse el cinturón, pero algunos académicos arguyeron que el remedio sería peor que la enfermedad.

El debate se centró en el valor de una variable económica llamada multiplicador. Un multiplicador fiscal describe la variación del PIB debida a un cambio en la política de ingreso y gasto fiscal. Por ejemplo, un multiplicador de 1.5 significa que un dólar de gasto reduce el PIB en 1.50; uno de 0.5 significa que un recorte de un dólar en el gasto reduce el PIB sólo en 50 centavos. Los multiplicadores operan en los dos sentidos: durante la recesión los expertos discutían sobre el impacto económico de un dólar de estímulo, pero lo que hoy preocupa es el impacto de la austeridad.

Los cálculos
Un ejemplo simple ilustra la importancia del multiplicador. Digamos que hay un crecimiento económico de 1.5% al año y un déficit presupuestal de 1% del PIB. Si el multiplicador es 2, los recortes de gasto necesarios para cerrar el déficit producen una caída del PIB en el año posterior al recorte. La economía termina el año con un lento crecimiento y una menor carga de la deuda al final del año.

Por todas partes se hacen cálculos de multiplicadores fiscales. Algunos expertos, como Alberto Alesina y Silvia Ardagna, de la Universidad Harvard, sostienen que la consolidación fiscal podría en realidad elevar el crecimiento, incluso a corto plazo. Pero el consenso hace un par de años era que los multiplicadores andaban típicamente alrededor de 1 o tal vez menos. En su análisis de 2010 los economistas del FMI estimaban que los gobiernos que recortaran el déficit en 1% del PIB podrían esperar un impacto de corto plazo de medio punto porcentual en el crecimiento del PIB: un multiplicador de 0.5.

Esta opinión se basaba en la idea de que otros factores pueden compensar el impacto de los recortes presupuestales. Los recortes del gasto pueden impulsar la actividad del sector privado: si los gobiernos concentran el escaso capital y trabajo, la austeridad crea espacio para que las empresas privadas se expandan. En las economías abiertas, la punzada de la austeridad se puede transferir a otros países reduciendo importaciones, pero lo más importante es que la política monetaria puede servir de contrapeso a la fiscal. Los recortes de gastos que amenazan al crecimiento deben propiciar una liberación de efectivo para limitar el multiplicador.

Esto significa que la austeridad puede lastimar mucho más en unos momentos que en otros. En un documento de 2010, Alan Auerbach y Yuriy Gorodnichenko, de la Universidad de California en Berkeley, afirmaron que el multiplicador fiscal puede ser negativo en periodos de bonanza, lo cual significa que los recortes del gasto en realidad elevan el crecimiento. En contraste, durante las recesiones puede llegar hasta 2.5. Un estudio de Lawrence Christiano, Martin Eichenbaum y Sergio Rebelo, de la Universidad del Noroeste (EU), sugirió que si bien el multiplicador puede girar normalmente en torno a 1, se puede elevar a más de 3 cuando las tasas de interés caen a cerca de cero, lo cual deja menos margen de maniobra al banco central.

El momento en que sobrevino la austeridad después de la crisis no podría haber sido menos propicio. En primer lugar, muchas economías recortaron gastos al mismo tiempo, por lo que el impacto no pudo transferirse con facilidad a otras partes. Ese fue un gran problema en la zona euro, donde los vínculos comerciales son estrechos y las naciones no pueden devaluar sus divisas.

En segundo, si bien normalmente se espera que los recortes del gasto gubernamental liberen recursos para uso privado, eso tiene mucho menos importancia cuando el desempleo y el ahorro son altos. En tercero, como los costos del crédito ya están en el fondo en lugares seguros como Gran Bretaña y EU, había menos espacio para que cayeran más y nivelaran el impacto de la austeridad sobre la demanda. Por último, como muchas tasas de interés se acercaban a cero, había menos margen para medidas de política monetaria.

Para ser justos, el FMI advirtió en 2010 que la austeridad podría ser más dolorosa de lo normal precisamente por esas razones. Aun así, subestimó el impacto de los recortes.

Puede ser que apretarse el cinturón con rapidez reduzca los déficits, pero también lesiona el crecimiento más de lo que el FMI previó. El fondo ya ha visto antes esta película, dicen los críticos de la austeridad: debió haberse dado cuenta de lo que venía.

Fuentes:
The design of fiscal adjustments, por Alberto Alesina y Silvia Ardagna, NBER Working Paper #18423, septiembre de 2012.
Measuring the output responses to fiscal policy, por Alan Auerbach y Yuriy Gorodnichenko, NBER Working Paper #16311, agosto de 2010.
When is the government spending multiplier large?, por Lawrence Christiano, Martin Eichenbaum y Sergio Rebelo, NBER Working Paper #15394, octubre de 2009.
Traducción de textos: Jorge Anaya

EIU (Economist Intelligence Unit)
La Jornada
 

lunes, 5 de noviembre de 2012

El mito del Emprendedor (o Enterpreneur)

El neoliberalismo es por un lado la práctica social, económica y política hegemónica dentro del capitalismo contemporáneo, pero por otro lado,  también es la ideología que trata de legitimar tales prácticas. En este artículo nos ocuparemos de desmontar una parte de esa ideología: lo que llamamos el “mito del emprendedor”. Y lo haremos de forma empírica, a partir de datos y bases de datos suministradas por los propios organismos internacionales encargados de promocionar el llamado emprendimiento o enterpreneurship.

El neoliberalismo como práctica es el intento (parcialmente exitoso) de aumentar la tasa de ganancia del capital y mejorar su valorización a través de distintos métodos: privatización, apertura externa y de mercados, y desregulación y desreglamentación financiera y del mercado laboral. Por su parte, la ideología neoliberal trata de legitimar tales cambios radicales, y uno de sus instrumentos es el mito del enterpreneur. Mientras la ideología neoliberal dominante devalúa socialmente la función central de los trabajadores y sus condiciones laborales, en contrapartida realza como elemento imprescindible en la generación de riqueza el papel del llamado enterpreneur o empresario. Término al que se recurre ahora bajo el eufemismo del “emprendedor”. Es decir, del voluntarioso generador de ideas, sin el que, se dice, los trabajadores no tendrían ni siquiera trabajo, y no podrían reivindicar esos “trasnochados” derechos laborales, que apenas conservan de forma precaria.

Desmontemos el mito del emprendedor con datos y estadísticas. Todos los datos utilizados proceden del Global Enterpreneurship Monitor (GEM), que proporciona la base de datos internacional la más amplia y homogénea por países sobre enterpreneurship.

Primera falacia: La tasa de emprendimiento en España es baja, lo que explica, al menos en parte, la profundidad y duración de la crisis, el desempleo o la crisis fiscal de las administraciones
La tasa de emprendimiento en España es más alta que en las principales economías de la OCDE, como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido. Y además, lo es de forma continuada si se analizan las series históricas.

Gráfico 1


Como vemos en el gráfico 1 la medida estándar de emprendimiento (o ratio de emprendimiento) no sólo no es menor en España respecto a otros países, sino que en algunos años es incluso superior. Si no se cumple la premisa de la falacia (la tasa de emprendimiento en España es baja)  no se sigue que el origen de la crisis esté en la falta de emprendimiento, y que el apoyo a éste diera un resultado diferencialmente positivo para la salida de la crisis.

Segundo falacia: En España y los países latinos hay poco espíritu emprendedor, que implica escaso apoyo a los emprendedores, y que  su fracaso sea más probable
En el gráfico 2 se ofrecen datos de la valoración de la población en edad de trabajar sobre el emprendimiento como carrera profesional deseable. En contra de lo inicialmente esperado por los tópicos, esa valoración es superior en España, no sólo respecto a otros países europeos, sino respecto incluso a EEUU.

Gráfico 2



Tercera Falacia: El emprendimiento genera renta y empleo, y mejora la productividad, por lo que las naciones más prósperas serán las que tendrán más emprendedores.
El desmontaje de esta falacia nos parece que asesta un golpe definitivo al mito del emprendedor. Si un mayor emprendimiento generará un mayor desarrollo económico, renta, o riqueza, se tendría que apreciar una relación creciente por países entre renta per cápita y tasa de emprendimiento, a mayor emprendimiento mayor renta, y viceversa.

Sin embargo, esto es falso, en el gráfico 3 se muestra para los países europeos en la base de datos del GEM, la renta per cápita y la ratio de emprendimiento. El resultado no puede ser más decepcionante para los creyentes en el mito del emprendedor. No existe relación alguna entre emprendimiento y renta per cápita, como se puede ver fácilmente al realizar una simple regresión lineal.

Gráfico 3


Pero para los defensores y creyentes en el mito del enterpreneur, el siguiente resultado plasmado en el gráfico 4 es aún más demoledor. En el gráfico 4 se muestra la relación entre renta per cápita y ratio de emprendimiento para el conjunto de países (88 países) para los que se proporcionan datos en la base de GEM. El resultado es absolutamente opuesto a lo que la ideología neoliberal del emprendedor trata de inculcarnos. Una mayor tasa de emprendimiento implica una menor renta per cápita. Es decir, los países en desarrollo o con menor renta per cápita tienen una mayor ratio de emprendimiento que las economías desarrolladas. En la medida que la menor productividad y renta per cápita de las economías subdesarrolladas está relacionada con una mayor atomización empresarial, un mayor grado de informalidad, que son en realidad las variables que se relacionan con el llamado emprendimiento, y no la innovación o la mejora de la renta per cápita.

Gráfico 4


Evidentemente la historia del emprendedor como gran generador de renta y bienestar es pura ideología, en el sentido que su único efecto práctico es la legitimación de las políticas neoliberales (fundamentalmente de la desregulación y precarización laboral), pero carece efectos materiales sobre las causas, desarrollo y consecuencias de las políticas neoliberales.

En términos coloquiales, tener más o menos emprendedores o espíritu emprendedor no mejora ni está relacionado con la renta per cápita y/o el bienestar. Ni España es un país que carezca de emprendedores o espíritu emprendedor, según esto es medido por los propios organismos públicos y privados encargados promocionar esta ideología; ni el grado de emprendimiento tiene relación alguna con la crisis económica y financiera actual, y mucho menos con su resolución.

En definitiva, a la teoría económica clásica de Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx, -que establecía el lugar central del trabajo como generador de renta y valor, sin el que el capital y su agente, el emprendedor, tan sólo sería propietario de un conjunto de medios de producción sin fin alguno, se opone un pastiche ideológico (el mito del emprendedor) sin base material y empírica alguna, como hemos demostrado, y que apenas es una mala copia del concepto de empresario schumpeteriano.

J. Rodriguez
EconoNuestra